Ahora que se nos fue definitivamente el verano, comienza el mal tiempo, las malas noticias nos asaltan a todas horas en todos los medios y estamos ya todos instalados en lo que se ha dado en llamar cotidianidad, hacedme caso y reservad un par de horas en la agenda para hacerle una visita al se�or Capra. M�s exactamente, hac�dsela al abuelo Vanderhof, que seguramente no tardar� en haceros confesar alg�n talento oculto y en invitaros a su casa para desarrollarlo sin miedo y a tiempo completo.
Porque as� es el abuelo: desde que dej� el mundo de los negocios, porque vio que aquello no le llenaba, se dedica a hacer lo que le viene en gana junto a su familia, que sigue sus pasos, y todo aquel que desee unirse a ellos. Las puertas de su hogar est�n siempre abiertas para todo aquel que lo necesite.
El choque entre este mundo ideal al que da vida el abuelo y el mundo real representado por la familia del magnate Kirby no hace m�s que producir situaciones hilarantes que no dejan muy bien parada la realidad de 1938... Ni la de 2011. �Alguien tiene una mecedora a mano? El miedo nos ata a la cadena de montaje, el miedo a un futuro incierto y a la soledad que supone separarse de la manada. A pesar de que seguir en ella nos lleve de cabeza a todo aquello que tememos.
Y ah� est� el secreto de Martin Vanderhof: tras la apariencia de una existencia fr�vola y superficial se oculta una verdadera preocupaci�n por todos aquellos que forman parte de su vida, la de no dejar nunca a nadie fuera, la de no imponerles ni dejar que hagan nunca nada que vaya contra la b�squeda de su propia felicidad.
Hoy toca sesi�n de cine, �me acompa��is? ;)
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