Sunday, June 7, 2009

Baobab

�Qui�n no ha so�ado de ni�o con este �rbol? Es imposible resistirse a su aspecto, no se sabe bien si surgen de la tierra o de los sue�os pero sus ramas siempre parecen querer hablar. Un libro tiene la culpa de que los descubriera y no, no fue El Principito. Al contrario que la mayor�a de los ni�os conoc� al baobab a trav�s de un libro que no era ni de lejos para ni�os: Ra�ces, de Alex Haley.

Aunque parezca extra�o, comenc� a leer este libro durante la infancia, aunque no lo terminar�a hasta tener m�s edad. Explicar� un poco la historia: como sabe la mayor�a aunque sea por la serie de TV, en este libro el autor narra la historia de su familia. A trav�s de an�cdotas de sus ancianas t�as consigue tirar del hilo de los a�os y reconstruir su �rbol familiar desde Estados Unidos hasta sus antepasados africanos, en Gambia. Toda la primera parte del libro, la m�s extensa, narra las vivencias de Kunta Kinte, el �ltimo miembro de su familia que nacer�a en �frica. Pues bien, me fascin� la manera en que explicaba las costumbres de la vida en la aldea, c�mo viv�an los ni�os y los adultos y c�mo el autor reconstruy� una vida tan lejana. En ella, sin embargo, todav�a recuerdo la presencia del baobab. Todo lo que ten�a eran las descripciones del libro pero, aun as�, todav�a me gusta recordar esos pasajes, en los que se narraba la vida feliz de un ni�o y c�mo iba creciendo.

Como era de esperar a aquella edad, cuando la trama empez� a complicarse dej� de interesarme. Creo recordar que, en aquel momento, dej� la historia en el momento de la llegada del protagonista a Am�rica, apresado como esclavo. Me reencontr� con �l uno o dos a�os despu�s, ya dispuesta a seguir toda la historia, que segu�a llam�ndome. Continu� con ella y con la historia de sus descendientes, contada sin rodeos, hasta acabar al fin en la del propio escritor quien, a su vez, finalizaba contando la g�nesis del libro, de c�mo pudo reconstruir la vida de todos.

La verdad es que es un libro que me marc� en muchos sentidos, creo que marc� la separaci�n entre lectora infantil y lectora adulta, por ejemplo y que, todav�a hoy, consigue despertar una extra�a mezcla de sentimientos, pensamientos y pareceres...Y que todo comenz� bajo la sombra de un baobab.

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